lunes, 27 de junio de 2011




















Súbitamente llegó el verano, las noches de bochorno, de insomnio, miles de experiencias que vivir y compartir. El futuro se vistió con el traje nuevo del emperador y nadie sabe qué deparará. Un camino muere y otro nuevo nace. El mundo se mueve demasiado deprisa para nuestro alcance y quizás nuestra única oportunidad de equilibrar velocidades sea subirse al tren, un tren que no dejaremos escapar. La angustia se ahoga en sueños de juventud, al fin y al cabo los trenes se mueven en círculos cerrados. Hoy es uno de esos días raros en los que simplemente se es feliz.



Y bailar como un lazo en un ventilador...


3 comentarios:

  1. Te ha quedado un buen escrito veraniego eh :)
    Quizás si que hay que subirse al tren, quién sabe qué deparará. Pero anda que... trenes que se mueven en círculos cerrados. ¿Entonces nos llevan a algún lado?
    Haber si te veo conectado y hablamos :)
    Un beso Kris

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  2. Hasta acabar tirados en cualquier rampa xD Cuando vengas, ya sabes. Borrachera en tu honor también. Un Beso! :D

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  3. Por aquí hace Levante, de ese que te entran ganas de arrancarte la cabeza de cuajo :) bendito verano

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